Si
estás todo el tiempo cansado, te falta energía y
llegas a sentirte frustrado porque nada te sale bien, puede que estés
haciendo algunas cosas mal. El sueño, la alimentación, el estado de
ánimo, todo está relacionado, y hoy aquí en
Ojo Curioso te damos algunas pistas sobre qué te puede estar pasando, así como qué puedes hacer para mejorar.
#5 Estás durmiendo mal
Dormir muy pocas horas es tan malo como dormir demasiado. La
cantidad ideal de horas de sueño varía en función de muchos factores, como por ejemplo el estilo de vida y la edad, sin embargo, podemos considerar que
para un adulto promedio lo ideal es no dormir menos de 7 ni más de 9.
Pero más allá de la cantidad de horas que duermes, es importante que lo
hagas de forma más o menos regular, es decir, más o menos siempre a la
misma hora.
Tomar una siesta puede ayudar a llevar adelante el día, pero es
importante tener en cuenta que las horas de sueño que pierdes durante la
noche no las puedes recuperar tomando una pequeña siesta en la tarde.
Lo ideal es
tener horarios de sueño relativamente fijos,
dormir durante la noche y hacerlo a oscuras, no durante el día.
#4 Estás comiendo mal

La alimentación también es un factor fundamental. Si
te sientes todo el día cansado,
aún cuando duermes bien, quizás el problema esté en lo que comes (o lo
que no comes). Si tu alimentación diaria se basa en azúcares refinados,
grasas y carbohidratos simples es probable que exeperimentes fuertes
subidones de energía enseguida de consumirlos, seguidos de igualmente
fuerte bajones.
El azúcar refinado proporciona una gran cantidad de energía,
pero durante muy poco tiempo, por lo tanto cuando pasa su efecto, te
sientes mucho más cansado. Algo similar sucede con el café, que es muy
útil para levantarte un poco, pero enseguida que pasa el efecto te
vuelves a sentir mucho más cansado que antes.
#3 No estás bebiendo suficiente agua

¿
Cuánta agua debemos beber diariamente? ¡La pregunta del millón! Mucho se ha dicho sobre
el mito de los dos litros de agua diarios,
pero lo cierto es que el agua es fundamental para cualquier persona,
sea cual sea su edad, profesión o tipo de actividad. Más allá de cuánta
agua debes beber (más o menos entre cuatro y seis vasos) lo realmente
importante es que la consumas de forma regular. De nada sirve que tomes
litros y litros de agua de una sola vez, lo importante es que durante el
día mantengas un nivel más o menos constante de hidratación.
#2 Estás demasiado tiempo sentado
Pasar demasiado tiempo en la misma posición
(sentado en la oficina, acostado mirando televisión) no solo tus
músculos y articulaciones comienzan a endurecerse, sino que todo tu
organismo entra en un estado de letargo que te hace sentir cansado.
El ritmo cardíaco y circulatorio desciende,
respiras menos oxígeno y por lo tanto tu cerebro se encuentra menos
activo. Si tienes que pasar mucho tiempo frente a la computadora debido a
tu trabajo, lo ideal es que a cada rato dediques unos minutos a estirar
un poco y caminar para reestablecer tu circulación y ritmo cardíaco.
#1 Sufres una enfermedad no diagnosticada

Si duermes bien, comes bien y te mantienes hidratado y activo durante el día, pero aún así
continúas sintiéndote cansado todo el día,
quizás el problema sea algo más complejo y debas visitar a un médico.
No tiene por qué ser necesariamente grave, pero es probable que tengas
algún tipo de
condición médica que te hace estar cansado todo el tiempo.
La anemia, por ejemplo, es una afección clínica cuyos síntomas incluyen la somnolencia y el cansancio.
La anemia se debe a la falta de hierro, la cual puedes solucionar rápidamente incluyendo algunos
alimentos con hierro,
como la remolacha, en tu dieta diaria. Pero ese es solo un ejemplo, lo
que debes hacer es visitar a un médico que pueda diagnosticarte como
corresponde.
Ya sabes, buenos
hábitos de sueño, alimentación, hidratación y ejercicio físico: eso es todo lo que necesitas para dejar de sentir como si cada día el mundo se te cayera encima